lunes, 12 de septiembre de 2011

Capítulo 5. Ruleta Rusa será publicado el 15-09-11

Hola amigos, el Capítulo 5: Ruleta Rusa, será publicado el 15-09-11, apenas para aprovechar el día feriado ( para los que lo tienen) y echarse una leída de la novela. Como siempre, gracias por su apoyo. Saludos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Dato curioso


El oso pardo, una especie de amplia distribución



El oso pardo ocupaba originariamente la práctica totalidad de Europa y Asia, gran parte de la mitad oeste de Norteamérica y algunas zonas de Oriente Próximo y del Magreb. Y aunque esta área se ha ido reduciendo progresivamente en los últimos siglos, todavía es muy extensa, hasta el punto de que en ella se estima que aún habitan entre 200.000 y 250.000 ejemplares, un número realmente notable para un carnívoro de su talla.

Los osos pardos ocupan una gran variedad de hábitats, desde semidesiertos fríos, como sucede en el Gobi (Mongolia), hasta zonas costeras o la tundra ártica, como ocurre en Alaska. Sin embargo, su hábitat preferido es el forestal, por lo que se trata de uno de los mamíferos más característicos de los extensísimos bosques de coníferas de la taiga siberiana o escandinava, de los bosques mixtos del este de Europa y de los Pirineos, o de los bosques caducifolios de hayas, robles y abedules de la Cordillera Cantábrica. Las pequeñas poblaciones de osos que resisten en la Europa occidental están vinculadas a los macizos montañosos más agrestes, donde el acoso humano es menor.
 

Distribución del oso pardo en el mundo. Fuente: UICN, 2008
 
La enorme extensión de su área de distribución y la gran diversidad de factores ambientales a los que se han adaptado (hábitat, disponibilidad de alimento, clima) han provocado que los osos pardos se encuentren entre los mamíferos que presentan una mayor variabilidad en sus datos biométricos. Los osos ibéricos están catalogados entre los osos pardos más pequeños, con un peso que en los machos puede superar los 200-250 kg, lejos de los gigantes que habitan en la península rusa de Kamchatka, y los que viven en Norteamérica en la isla de Kodiak y en las costas cercanas de la península de Alaska, que pueden tener hasta 3 m de longitud y 700 kg de peso en los ejemplares más grandes. Estos osos pardos están considerados no sólo los osos de mayor tamaño, junto con los osos polares, sino también los mayores carnívoros terrestres del planeta.

Debido a esta extraordinaria variabilidad en su aspecto externo, sobre todo en lo que se refiere a tamaño y color, algunos especialistas diferencian un gran número de subespecies o variedades. No obstante, se considera que todos los osos pardos europeos pertenecen a la misma subespecie: Ursus arctos arctos. Recientes análisis de ADN procedentes de osos antiguos indican que, incluso durante la época de mayores fríos, pudo haber una población prehistórica de osos pardos continua desde el este de Europa hasta la Península Ibérica.

En España, junto a Italia y Francia, viven las poblaciones europeas de oso pardo más amenazadas. Los osos ibéricos están en peligro de extinción y se enfrentan a constantes amenazas causadas por el pequeño tamaño de sus poblaciones. Las más importantes son la muerte de osos causada por personas, la pérdida y fragmentación del hábitat y la baja diversidad genética de los osos cantábricos. En España quedan dos poblaciones de oso: una de ellas se localiza en la Cordillera Cantábrica, con dos subpoblaciones bien diferenciadas, y la segunda, compartida con Francia y Andorra, se localiza en los Pirineos. Tomado de www.fundacionosopardo.org

Capítulo 4. Choque de Garras: La verdadera esencia de Sacrificio


El grito de alarma provenía de Sy, quien corría presurosa con una hacha en sus manos, dispuesta a salvar la vida de sus amigos y su esposo Helberth. Avanzaba presurosa con el corazón en la boca, con su alma llena de miedo, pero también de decisión. Las lágrimas bajaban por sus mejillas y los recuerdos de aquellos tiempos de felicidad cuando conoció a su esposo le daban el valor que hace mucho tiempo no tenía. Se culpaba por la caída de Helberth en las manos de DD, por no haberlo ayudado a superar sus problemas económicos y su vicio de las apuestas en ciudad Azar.

En aquellos tiempos cuando la prosperidad reinaba en su hogar, él había ido a ciudad Azar en busca de expandir sus negocios como joyero, pero la apertura del casino lo cambió todo. Esa vez, fue seducido por la curiosidad de ganar más dinero y poco a poco, se fue adentrando más en el juego de las apuestas que lo llevaron a perder todo, incluso había vendido sus muebles y pertenencias valiosas con tal de pagar su nuevo vicio.

Cuando ya no pudo obtener más dinero y los cobradores del casino lo acecharon, había caído en depresión y fue entonces cuando apareció DD, quien ofreció su droga milagrosa para hacerle olvidar sus penas y al final, todo eso condujo en la perdición de su hogar, de Helberth y de ella misma. Pero ahora, todo era diferente, había encontrado una luz para luchar por lo que quería y para tratar de cambiar su futuro.

-          Apártense, yo me enfrentaré a él- dijo Sy-. Tú maldito rufián, nos desgraciaste la vida, ahora voy a pelear por ti mi amor, es hora de que volvamos a ser felices. Ven Helberth, ahora yo lucharé por ti.
-          Piensas que todo se resolverá tan fácil- le dijo de forma sárcastica DD. Tu esposo es feliz, ya no siente dolor, ni depresión. Mi maestro me ha dado el don para hacerle olvidar y si quieres te puedo conceder esa gracia a ti también.
-          Jamás, aléjate de él monstruo- Nunca lograrás hacer a otra alma caer, no te lo permitiré.
-          Esta bien, ya que lo ves de esa forma-. Helberth, porque no haces recapacitar a tu esposa entonces.

Dicho esto, empezó a caminar en dirección a Sy. Su rostro inerte y su cuerpo poseído por la droga lo hacían seguir las indicaciones de DD, mientras cargaba en ambas manos dos cuchillos de carnicero, dispuestos a profanar la humanidad de su esposa.

-Vamos, debemos escapar, ven Sy, este no es el tiempo para luchar- le dijo Hefestión tomándola de su mano.
-No, no puedo escapar- le respondió ella, mientras soltaba su mano-. Estoy cansada de huir, cansada de no luchar, ya no puedo más-
- Entonces lucharemos juntos- le dijo Hefestión sonriendo- Cada vez más puedo entender la misión del Creador para conmigo, no te abandonaré amiga, vamos a pelear.


-No se hagan los valientes, huyamos que todavía hay tiempo- les replicó Eurídice.
-Pues se congelará el infierno con lo que voy a decir, pero ella tiene razón- añadió Ronan.
- Escapen ustedes si quieren- les contestó Hefestión- pero yo me quedo con ella.
-Eh, eh, no sé si me arrepentiré algún día de esto, pero si ustedes pelean, creo que yo lo haré- dijo Terco.
- Pues yo no, jamás, están locos, voy a pedir ayuda, alguien debe auxiliarnos con esto- replicó Quejumbrosa- y salió corriendo rumbo a las casas del pueblo.

DD levitó cortándole el paso a Eurídice y lanzó sus garras hacia ella, con la suerte de que pudo evitar el ataque cuando accidentalmente cayó al suelo. De repente, se escuchó una sirena ensordecedora que provenía del pueblo y los aldeanos salieron armados de sus casas con hachas, cuchillos y palas dispuestos a brindar su ayuda. No obstante, DD poseía una rapidez sobrenatural y fue inyectando sus garras en todo aquel que lo atacase.

Helberth súbitamente se lanzó furioso hacia Sy, pero Ronán y Hefestión se avalanzaron sobre él derribándolo pesadamente. Sin embargo, él tenía una fuerza extraordinaria y controlarlo era una tarea sumamente difícil.

-Necesitamos un plan urgente, no creo que aguantemos mucho tiempo- le dijo Ronan
- Hay que buscar algo con que atarlo, tú ve y busca algo que nos sirva, yo trataré de retenerlo-
-Yo iré a buscar cuerda- interfirió Sy.

Mientras tanto, dentro del caos emergía una figura femenina que cargaba en su espalda una lanza con punta de diamante, de larga cabellera negra con destellos plateados y con un traje totalmente blanco. Tenía la mirada fija en DD y el deseo ferviente de acabar con él. Pronto, estuvieron frente a frente, la mujer misteriosa y el despiadado jugador de la noche.

-He venido a acabar contigo, criatura- gritó ella. Te he seguido por mucho tiempo y siempre he llegado tarde para salvar a los aldeanos, pero esta vez tu vida se acabará aquí-
- Muy bonitas palabras las tuyas, mujer- replicó él. Que autoestima tan elevada debes de tener, ya que piensas que matarme será fácil. No tengo idea de quien seas, pero mis garras están sedientas y mi mente impaciente. Veremos si eres capaz de al menos rasguñarme.
-No sabes quién soy?-. Soy aquella que prometió que el día en que salieras de control te mataría. Que acabaría contigo cuando la oscuridad embargara tu corazón. Y ese día ha llegado. Yo, tu madre, pondré fin a todo el dolor que has causado durante estos 10 años.
-¿Madre?, ¿Tú?- dijo confundido. Yo no tengo madre, yo soy creado por el Maestro. Ahora por tu blasfemia morirás de la peor manera bruja.


Ambos se lanzaron en un ataque frontal. La lanza de diamante contra las garras venenosas. Madre e hijo en una batalla que nadie nunca pensó podría suceder. Golpes sucedieron uno tras otro, mientras cada adversario bloqueaba y esquivaba los ataques a su manera. Al parecer, el que asestara una herida certera en el otro, sería el ganador de tan cruel combate. Y así sucedió. En un descuido en su defensa derecha, Rayna fue golpeada, pero antes de caer pudo herir a su hijo con la lanza de punta de diamante cerca del abdomen.

Ella cayó al piso. DD al verse lastimado emprendería la huida, pero no sin antes cobrar una última vida. Así logró levitar hasta donde batallaban Ronan y Hefestión por controlar a Helberth. De sendos golpes los apartó a ambos y ahora acabaría con la vida de su discípulo con una gran carga de droga, que haría a su cerebro y su corazón dejar de funcionar. Todo, con la consigna de que al liberar tanta cantidad de su esencia, pudiera borrar de su mente las palabras dichas por aquella mujer y así poder escapar en paz.

Liberó su ataque de forma despiadada. Mientras, Hefestión y Ronan yacían heridos y Rayna hacía intentos por levantarse nuevamente a pelear. Cuando la hora final llegaba para Helberth, un alma noble interpuso su cuerpo contra las garras de DD y recibió directamente el ataque. Aquella persona que más lo amó: Sy.

Todos quedaron estupefactos.  La mujer había sacrificado su vida por la de su esposo. No obstante, su esfuerzo fue en vano. El jugador de la noche en un segundo intento, logró inyectar su droga en el hombre también. Ahora ambos yacían sin vida, ante la mirada atónita de los demás.

Todos cayeron sin esperanzas y frustrados. Al final, DD había demostrado su magnánimo poder y era imposible detenerlo. Parecía que los Jugadores de la Noche eran criaturas cuya maldad era infinita, al igual que sus habilidades y no había nadie que pudiera detener sus atrocidades.

Hefestión se sintió derrotado. Al parecer, la misión que pensaba que el Creador le había encomendado era simplemente una utopía. Era una persona más sin propósito alguno. Pensaba que ya no había más por hacer, salvo seguir caminando errante en la vida hasta el día de su muerte.

De repente, un viento fuerte empezó a soplar y disipó la niebla. El pueblo se inundó de una luz muy hermosa y un rayo potente cayó sobre la fuente de pueblo Sacrificio. Súbitamente, de entre los escombros de esta, emergió el símbolo de la región, el animal protector de todos los habitantes: el oso pardo.

Con un gruñido feroz hizo temblar la tierra, para después lanzarse contra el causante de todas las desgracias acaecidas en el lugar: DD. El villano se preparó para batallar contra el oso, en lo que sería un choque de garras sin precedentes.

Ninguno se dio tregua. Al cabo de unos minutos, se notaba el cansancio evidente en ambos. Por ello, decidieron preparar un último ataque…el definitivo. El Jugador de la Noche cargó su máxima cantidad de droga nuevamente y el oso lanzó con toda furia su garra derecha.  El resultado de la pelea estaba a segundos de conocerse.

El choque de garras produjo un resplandor inmenso. Nadie podía divisar cuál de los combatientes había asestado su golpe, quién había salido victorioso de tan descomunal enfrentamiento. De pronto, el brillo se apagó y el ganador fue contemplado por todos. Pero quién podría ser?...La incógnita quedó en el aire…

lunes, 5 de septiembre de 2011

Capitulo 4. Choque de Garras: La verdadera esencia de Sacrificio

Hola amigos, debido al atraso presentado en el capítulo 3. El 06-09-11 estaré subiendo el capítulo 4, que cierra el arco de ciudad Sacrificio. No te la pierdas. Si todavía no eres seguidor del blog registrate y compartelo con tus amigos. Saludos,

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 3. DD y su deseo intenso de olvidar

Hace mucho tiempo en Ciudad Empatía, vivía un niño llamado Zaron. Como cualquier otro infante, gustaba de jugar al aire libre, chapotear en los ríos y observar el largo vuelo de las aves al perderse en el horizonte.

Pues sí, Zaron, parecía un niño normal. Con la única diferencia de que no tenía amigos. Desde que tenía uso de razón, siempre había sido marginado por los demás niños. Los adultos lo miraban con indiferencia y cuando necesitaba comprar algo, se lo vendían de mala gana.

Para alguien tan pequeño, comprender ese tipo de conductas era difícil. En sus adentros pensaba que había hecho mal, para que los demás no lo quisieran. En su cumpleaños número 8, los únicos invitados fueron él y Rayna: su madre. El padre de Zaron había partido desde el día que él nació y nunca jamás se le volvió a ver.

 Decían que el odio hacia el niño era por culpa del padre. Los rumores mencionaban que Zon, el padre de Zaron, había traicionado al pueblo al ser el autor de 15 asesinatos como precio pagado para el renacimiento del Jugador de la Oscuridad. Se decía que el niño tenía en sus venas la misma sangre malévola del progenitor y que el día en que esa maldad despertara dentro de él, el pueblo se sumiría en caos.

No obstante, el mismo miedo hacia Zaron y su despertar al mal, fue la causa para que nadie tratase matarlo. Así, los viejos del pueblo encargaron a su madre la responsabilidad de cuidar de él, pero sobre todo, el deber de matarlo ante la menor señal de oscuridad en el niño.

Muy entrada la noche, mientras dormía, una visita inesperada llegó. El cotidiano estupor nocturno, cedió súbitamente a un frío intenso. Y una densa niebla se coló por la ventana de la habitación. Zaron se despertó temblando y fue allí, cuando observó en el rincón más oscuro de su cuarto, una figura indescifrable cuyos ojos resplandecían de entre las sombras.

Nervioso y al borde del llanto, comenzó a gritar. Y justo allí, fue cuando la silueta terrorífica fue revelando su verdadera forma.

-         A que le temes Zaron?- dijo el ser. No me reconoces?...oh si, olvidaba que nunca me has visto. Pero, no me sientes?... no percibes dentro de ti, el mismo fuego que abunda en mí?.

-         No sé quién eres demonio-. Mamá ven ayúdame-gritó-

-         -Ella no te responderá- replicó él con una sonrisa malvada- Además, creo que no querrá interrumpir esta preciada reunión entre padre e hijo, verdad?

-         No puede ser… tú no eres mi papá. El hace mucho se fue y me dejó solo. Nadie me quiere aquí y él nunca me protegió. Y también si lo eres vete, tú eres malo, nunca me quisiste- contestó llorando y con rabia el niño-

-         Mi pobre Zaron- exclamó con malicia- Tanto daño te han hecho?. Desearías olvidar todo y no sentir ese dolor dentro de ti?. Sabes, el querer se demuestra de diferentes formas y por eso vine…para liberarte de tu sufrimiento, y todo, porque te quiero.

-         Cállate, tú no sabes nada- Déjame solo, nunca podrás sentir lo que yo viví. Lárgate…

-         No me crees, ah? - Entonces te lo demostraré…


Zon salió por fin de las penumbras. Vestía un hábito café inmenso con capucha similar a la de un monje. Esta vez, sus ojos no se veían porque su mirada se dirigía al suelo, sin embargo, caminaba sin complicaciones. Se acercaba lentamente a Zaron, quien estaba inmóvil y aterrorizado, ante aquella figura que destilaba maldad.

De sus mangas se fueron revelando unas garras con largas y delgadas uñas similares a agujas. Tomó los brazos del niño e inyectó sus agujas en ellos. Al instante, la mente de Zaron comenzó a divagar. Los recuerdos de toda su infancia circularon por su mente de forma volátil y al cabo de un rato desaparecieron por completo todos las imágenes malas, pero las buenas también. Su cerebro era ahora una mente vacía sin memorias, sin daños, pero también sin afectos.

-Viste como ya no sientes dolor, mi querido Zaron?- le preguntó con una sonrisa irónica-. Todo lo hice porque te quiero. Ahora, tú debes devolverle el favor a tu amado padre. Te voy a llevar de paseo donde un amigo. Seguro te encantará…pero antes, debemos de visitar a todos tus amigos del pueblo.

Casa por casa, deambularon padre e hijo, en aquel peregrinar de Zon que inyectaba sus garras en aquellos desdichados vecinos quienes caían inertes al piso. Mientras su pequeño miraba sin sentimientos y sin emoción aquellas aterradoras escenas, en las cuales quienes una vez lo marginaron ahora pedían su ayuda.

Después de finalizado el recorrido, su padre lo tomó en brazos y lo cubrió con su hábito, cuando de pronto, cayó dormido. Al despertar, yacía al pie de un frondoso árbol, mientras su padre lo observaba de pie, al lado de un hombre muy alto, de largos cabellos negros que le cubrían el rostro, quien vestía una túnica igualmente negra.

-El será mejor que yo-le dijo Zon al desconocido- Llegará a lugares donde nunca he estado y el sufrimiento de todos estos años, sin duda, lo ayudará.

- Lo inyectaste?-

-Sí, pero en su caso la sustancia que usé fue diferente a las demás- Esta borró completamente lo bueno, pero lo malo pronto volverá. Su mente albergará todo el odio y frustración acumulados, y la única forma momentánea que tendrá para olvidar es inyectar su droga en los demás. Tú sabes cuan adictiva es la esencia que corre por mis venas. Con solo la primera inyección, volverán por más, con tal de poder olvidar sus penas. Se volverán criaturas sin felicidad, sedientas solo por más droga para borrar todo su dolor.

-         Sabía que contigo no me equivocaría Zon-
-         Te lo dije- le respondió. Ahora podré seguir mi camino contigo, Maestro de la Oscuridad, debemos continuar que quedan muchos servidores por reclutar.
-         Haz que tu hijo ponga sus manos en el árbol entonces-
-         Sí, maestro-

Zon levantó a Zaron y puso sus manos en el tronco del árbol. Mientras tanto, el hombre misterioso proclamaba unas extrañas oraciones en una lengua desconocida. Todo el lugar se rodeó de una espesa neblina roja y de pronto comenzó a llover fuertemente. Los truenos y rayos surcaron el cielo y uno de ellos cayó sobre el árbol que tocaba el niño. Su cuerpo se empezó a estremecer y de pronto de sus manos surgieron dos garras con uñas como alfileres, similares a las de su padre. Cuando terminaron de aparecer por completo, la tormenta acabó, al igual que la neblina y un aire congelado invadió el lugar.

-Está hecho- dijo sonriente Zon-. Ahora querido hijo, te convertirás en un Drug Dealer
(Narcotraficante en español), inyectarás tu droga a todo aquel que desee olvidar y así tú mismo podrás olvidar también. Será tu salvación y tú desdicha a la vez.

-Drug Dealer?-dijo el niño con su mirada perdida.

-Así es, pequeño- le dijo el Maestro de la Oscuridad- mientras se acercaba a él. O si quieres puedes llamarle un DD. Toma te daré esto.

El hombre puso su mano sobre la cabeza de Zaron, implantando en ella recuerdos inventados, como su nombre y haciéndole creer que él era su salvador y por ende, su mentor y maestro.

-Ahora mi pequeño DD- he de dejarte por un tiempo, ya sabes que debes hacer y como puedes aliviar tú dolor-

-         Sí, Maestro-

Así, emprendieron su camino Zon y aquel hombre, al cual le llamaban Maestro. Aquel que decían que Zon había despertado, el temible Jugador de la Oscuridad. Mientras, aquel niño que tanto sufrió en la vida y que tanto deseó olvidar, ahora se convertía en un ser oscuro que llevaría más desdicha a aquellas almas que como él, nunca encontraron la verdadera felicidad.



Amaneció Ciudad Empatía ese día con un aire de desolación. Ya nadie recordaba su vida después de la noche anterior, ni tampoco a aquel niño que tanto odiaban, aquel pequeño llamado Zaron…

jueves, 25 de agosto de 2011

Avance Capítulo 3.

Hola a todos. Pues ya mañana tendré mi licencia de office 2010 para poder publicar completo el capítulo 3. Aprovecho para darles un avance del capítulo 3 que lo pude sacar de otra compu. Espero lo disfruten que cada vez se pone más interesante. Gracias por su apoyo.


Capítulo 3. DD y su deseo intenso de olvidar

Hace mucho tiempo en Ciudad Empatía, vivía un niño llamado Zaron. Como cualquier otro infante, gustaba de jugar al aire libre, chapotear en los ríos y observar el largo vuelo de las aves al perderse en el horizonte.

Pues sí, Zaron, parecía un niño normal. Con la única diferencia de que no tenía amigos. Desde que tenía uso de razón, siempre había sido marginado por los demás niños. Los adultos lo miraban con indiferencia y cuando necesitaba comprar algo, se lo vendían de mala gana.

Para alguien tan pequeño, comprender ese tipo de conductas era difícil. En sus adentros pensaba que había hecho mal, para que los demás no lo quisieran. En su cumpleaños número 8, los únicos invitados fueron él y Rayna: su madre. El padre de Zaron había partido desde el día que él nació y nunca jamás se le volvió a ver.

 Decían que el odio hacia el niño era por culpa del padre. Los rumores mencionaban que Zon, el padre de Zaron, había traicionado al pueblo al ser el autor de 15 asesinatos como precio pagado para el renacimiento del Jugador de la Oscuridad. Se decía que el niño tenía en sus venas la misma sangre malévola del progenitor y que el día en que esa maldad despertara dentro de él, el pueblo se sumiría en caos.

No obstante, el mismo miedo hacia Zaron y su despertar al mal, fue la causa para que nadie tratase matarlo. Así, los viejos del pueblo encargaron a su madre la responsabilidad de cuidar de él, pero sobre todo, el deber de matarlo ante la menor señal de oscuridad en el niño. 

retraso capitulo 3

Hola a todos, debido a que estoy esperando mi nueva licencia de office 2010, no pude subir el capitulo 3. A mas tardar lo subiré el 270811 con una sorpresa incluida. Saludos

viernes, 19 de agosto de 2011

Capitulo 2. La Segunda Edad.

La segunda edad

Creo que es imprudente seguir a esta mujer- les susurró Quejumbrosa.
Pues no parece mala persona, yo por el contrario la considero muy simpática- contestó Terco.
Sigámosla, la verdad, ninguno de nosotros conoce este camino y ella parece sabérselo muy bien- indicó Hefestión.

Veo que desconfían de mi- dijo la joven deteniendo su paso de repente y volteando la mirada hacia ellos- es normal que lo hagan, aunque bueno, pensándolo bien, tampoco deberían de haberme seguido si no confiarán en mí, no?- se dijo a si misma.

Mi nombre es Synia, pero prefiero que me llamen Sy. Vivo acá en el camino Sacrificio con mi esposo Helberth en la última casa del pueblo. Y uds quienes son?- preguntó ella.

-Yo soy Hefestión y ellos Terco y Quejumbrosa-
-Mi nombre no es Quejumbrosa ni el de él Terco, él fue quién nos bautizó asi. Mi nombre real es Eurídice.
- Y yo soy Ronan- dijo Terco interrumpiéndola—
-Ah, con que esos eran sus nombres- exclamó Hefestión- pues hasta el día en que dejen de ser tan problemáticos, para mí serán Terco y Quejumbrosa.
-Bueno, un placer conocerlos- les dijo sonriendo Sy- pero vamos que ya empieza a anochecer.y por acá es muy peligroso estar, asi es que apuremos el paso que ya vamos a llegar.

En el camino Sacrificio todo volvía a la normalidad. Los árboles no crecían invertidos y cada animal habitaba su lugar tradicional, su curiosidad radicaba en el espeso bosque que componía el paisaje.

Como iba anocheciendo, y debido a lo frondoso de la vegetación, el bosque de Sacrificio cobraba un aspecto lúgubre y sombrío. Se escuchaban los búhos en las cercanías y las chicharras empezaron a cantar. Mientras caminaban,  Hefestión sentía que unas sombras los observaban y un aire frío sobre el cuello lo hizo mirar atrás. No obstante, no había nada extraño y decidió entonces proseguir y agilizar el paso.

-Miren ahí está el pueblo- exclamó con alegría Synia-. Mi casa es aquella que se ve al final, la de color amarillo.

Pueblo Sacrificio era muy sencillo. Se componía de pequeñas cabañas hechas en su totalidad de madera, las cuales se contaban alrededor de 25. Tenía un fuente en la que sobresalía el gran oso pardo, símbolo de la región, y en sus bordes escupían chorros de agua dos gran salmones que bañaban las garras del osezno.

A medida que penetraban en el poblado, pudieron observar que no había gente en las calles, y que todas las luces, a pesar de que todavía no había oscurecido en su totalidad, estaban encendidas.

El ruido típico de los pueblos era escaso, y todas las cortinas estaban cerradas. Aunque se podía observar como se abrían levemente para apreciar a los visitantes recién llegados.

-O soy yo, o acá está pasando algo extraño?- preguntó Eurídice.
-Porque siempre tienes que pensar que algo va mal- le replicó Terco- simplemente puede ser que acá la gente se acueste temprano es todo, verdad Sy?.
- Es por los Jugadores de la Noche- contestó con voz de ultratumba ella-
-¿Jugadores de la Noche?- dijo dubitativamente Hefestión-
-Cuando lleguemos a casa les contaré todo- respondió ella.- por eso les dije ahora que el bosque era peligroso cuando anochecía y que debíamos apresurarnos.

El trayecto de 800 metros hasta la casa de Synia transcurrió en silencio. El aspecto de la joven, alegre y jovial usualmente, ahora era de desolación y miedo, lo cual llamó la atención de los viajeros, los cuales no quisieron pronunciar palabra alguna, aunque por dentro tenían un mar de interrogantes. Al cabo de algunos minutos llegaron a la cabaña de Sy.

-Perdón por el desorden- les dijo ella- y acto seguido abrió la puerta de la morada.

Al entrar, observaron una casa con poco muebles, solamente había una mesa con dos sillas, una pequeña estufa, tres banquitos de madera y un mueble muy parecido a una alacena. También se visualizaba un cuarto al final de la cocina, con una prominente cama hecha en madera de roble y una mesa de noche, sobre la cual yacía una vela muy gastada.

-Por favor tomen asiento- dijo ella-.

La joven encendió tres lámparas con canfín. Puso una sobre la mesa principal, otra cerca de la estufa y la última la colocó sobre la mesa junto a su cama.

-Voy a calentar el agua para hacerles un rico té de Rosa de Jamaica- dijo ella con una leve sonrisa-
-Hay algo que todavía no nos has contado Sy- dijo en tono firme Hefestión-. ¿Quiénes son los Jugadores de la Noche?-

Al instante, ella se puso nerviosa y una gota de sudor bajó por su frente.

Eurídice, al notar lo tensa de la situación decidió interrumpir el momento tan incómodo y optó por preguntarle a Synia acerca de Helberth, no obstante, la interrogante la puso aún más nerviosa. De repente, la puerta de la cabaña se abrió y una figura de ojos luminosos se posó sobre ella.

Todos a excepción de Sy, se echaron hacia atrás por el susto y la sorpresa. Aunque al cabo de unos segundos se pudo apreciar que aquel ser, era el esposo de la joven y todos recobraron la compostura y pensaron que aquel efecto luminoso que vieron en sus ojos, fue simplemente producto de su imaginación.






  -Wow, tremendo susto nos llevamos- dijo Ronan recuperando el aliento.
- Disculpen a Helberth- pidió Sy un tanto cabizbaja- de seguro ha pensado que no había nadie en casa.

Al terminar las disculpas de Sy, Helberth entró. Lucía cansado, ojeroso, autista.  Su cabello rubio medianamente largo estaba seco y marchitado. Su rostro tenía viejas cicatrices y su cuerpo pequeño y delgado ya evidenciaba el paso de los años. Sus ropas estaban rasgadas y malolientes, al tanto que sobresalían en sus brazos, sendos tatuajes de gaviotas negras.

-¿Comerás algo?- le preguntó Sy.- Pero no hubo respuesta y acto seguido se metió en la alcoba.
-Tranquila, Sy- le dijo Eurídice, mientras le ponía su mano en el hombro- seguramente tuvo un mal día-
-No es eso…es culpa de DD- replicó ella llorando- y al instante salió corriendo fuera de la casa.


Todos corrieron detrás de Synia, pero la noche profunda y de espesa neblina, permitió perderle el paso. Desesperanzados, decidieron regresar a la cabaña. No obstante, de entre las sombras alguien los observaba…

Con cada paso que daban, otros los seguían. De entre las casas, no se escuchaba ruido alguno, aunque las luces estuvieran encendidas.

Apuremos el paso-dijo Hefestión-. Y así lo hicieron. A medida que avanzaban, la neblina era más densa. La tensión aumentaba y un aire frío empezó a circular.

A lo lejos, se podía divisar una forma humana: un hombre. Sus rasgos no eran muy claros, hasta que la proximidad fuera mayor. Extrañamente, cuando la imagen parecía más precisa, se empezó a dibujar no solo una figura sino dos. Y una de ellas era conocida. Era Helberth.

Sin embargo, cuando estuvieron más cerca de los dos individuos, algo les pareció mal. Ambos hombres permanecían con su mirada hacia abajo y con los ojos cerrados.

El sujeto desconocido vestía un traje parecido al de un monge, color café oscuro con una larga capucha, que le cubría todo el cuerpo. A medida que lo detallan más, observaron sorprendidos como de entre sus mangas aparecían dos garras aterradoras que desembocaban en pequeñas agujas.

-Qué es esa cosa?- exclamó Ronan sorprendido-
-Es DD, corran!!!!!!- gritó una voz a lo lejos-

Al instante, ambos hombres levantaron su mirada y sus ojos se iluminaron…

martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo 1. La primera edad


La primera edad

Nadie sabe como llegó al mundo. Tal vez como una gota de agua al caer en una tarde nublada. Así tal vez vino Hefestión.
No sabía por qué había nacido ni cuando iba a morir, pero una voz interna le decía que su muerte sería el día en que su corazón no quisiera vivir.
El mundo al cual había llegado le pareció fascinante al principio, pero al cabo de unas horas lo aburrió por completo. Tenía esa gran maldición de que todo le encantaba al inicio y después inesperadamente lo aburría. Así, quiso ir a conocer el resto del mundo que veía al horizonte y partió con la esperanza de encontrar un lugar hermoso al cual pertenecer.

La tierra de su creador era inmensa, y sobre ella, se trazaban tantos caminos que al encontrarse en la encrucijada de cual elegir, optó por tomar el más largo el cual por más que se mirase parecía nunca tener fin.

No tenía idea porque había llegado al mundo de su padre o porqué él lo envió allí, no obstante, entendía que su estadía no era eterna y que la misión que por el momento desconocía que tenía, le sería revelada conforme sus pasos avanzaran.

Y fue así como Hefestión partió por aquel camino, que tenía como titulo Contradicción, y llamó a ese su primer día de viaje, el día de la primera edad de Hefestión, en alusión a que este sería el comienzo del aprendizaje que lo llevaría a descifrar su misión en la tierra del creador.


El camino de Contradicción era sumamente curioso. Los árboles tenían sus raíces como ramas y las ramas eran sus raíces. Las papas salían de las ramas-raíces y las naranjas sobresalían apenas por fuera de la tierra. Los peces volaban, las palomas nadaban debajo del agua y los gatos perseguían a los temerosos perros.

En Contradicción abundaba la vida, pero no había seres como Hefestión. No había nadie con quien hablar o ser semejante a él, por lo que al cabo de unas horas la curiosidad se transformó en aburrimiento. Decidió entonces sentarse a comer manzanas, y arrancándolas de la tierra, se comió dos. Mientras comía, solo se escuchaba el viento soplar, sin embargo, al cabo de unos minutos, se percibía a lo lejos, unos gritos chillones que lo hicieron mirar.

Dos figuras en el camino, de pronto  comenzaron a resaltar. Eran un joven alto y flacuchento y una joven pequeña que no se dejaba de quejar. Discutían por el camino equivocado que el hombre decidió tomar, ya que todo lo que miraban era fuera de lo normal.

Entonces tuvo la idea Hefestión de ocultarse para averiguar el destino de aquellos dos viajeros y si eran personas de fiar. A medida que se acercaban, la mujer se quejaba más porque su acompañante insistía en que no había equivocado el camino. Aquel espectáculo al inicio le pareció divertido, pero como todo le solía aburrir, al cabo de un rato, decidió salir de su escondite y ayudar a aquellos jóvenes a encontrar una solución.

Los dos se sorprendieron al ver a aquel desconocido erguiéndose de entre los arbustos y acto seguido siguió quejándose la mujer que por culpa de su acompañante, los iba a atacar un bandido.

Terco y Quejumbrosa, así los voy a llamar- exclamó Hefestión -. No entendía porque el hombre era tan insistente en lo que decía, ni tampoco porque a la mujer todo le parecía mal que necesitaba quejarse de ello.

Así pues, les sugirió calmarse a ambos y que le contaran donde se dirigían.
Queremos ambos llegar al camino Entendimiento, pero al parecer Terco se equivocó y como insiste tanto que es el correcto, cada vez siento que estamos peor- le contó la joven.

Entonces no comprendo, como si este hombre es tan terco y ud que es tan quejosa decidieran viajar juntos- replicó Hefestión.

Nosotros no emprendimos ningún viaje juntos. Le voy a relatar como el destino me unió con esta mujer que no se para de quejar- dijo Terco. 

Yo vivo en Incandescente que es un pueblo muy al Norte de acá. Mi padre es el Alcalde y mi madre la Maestra, mi hermano el Doctor y mi hermana la Diseñadora, y yo pues soy el Comerciante Principal, no obstante, nadie en el pueblo me comprende porque dicen que no dejo de replicar y que insisto mucho en todo y que no paro de preguntar. Mis padres decidieron que la única forma de cambiar es ir a Entendimiento para que me puedan ayudar. No sé que habrá allá, ni quienes habitarán, pero mi padre tiene un libro que dice que todos los problemas en ese lugar se resolverán.

Pues si me permiten hablar- se quejó la mujer- yo tampoco este viaje con él quise llevar. Yo vivo en Villa Naranja y mi padre es dueño de todas las casas del lugar. A los del pueblo les alquila y asi mucho dinero podemos gastar. Pero me enamoré de un muchacho que mi madre no quiere aceptar y como es más quejosa que yo, no me deja que me case con él. Ella siempre habla que no la puedo comprender, por lo que una vez me dijo que si iba a Entendimiento mas claras las cosas las podía ver.

Pero aún no me han contado como se llegaron a conocer- replicó Hefestión. Eso precisamente iba a narrar, antes que la señorita se empezara a quejar- contestó Terco. El mundo del Creador tiene muchos caminos riesgosos y para llegar a Entendimiento se necesita atravesar los más peligrosos. A ella me la encontré, en el camino Duda, después que su novio la abandonara por quejumbrosa, porque se enteró que quería ir a Entendimiento para comprender las razones de su madre para no querer que se case con él y no para buscar que su madre lo acepte.

Esa no es la verdad- dijo con lágrimas ella. Simplemente quería ir para descubrir que debo hacer y entender cual es la mejor decisión que puedo tomar. Tal vez allá, tierra donde los imposibles se cumplen, yerno y suegra se puedan tolerar. Yo solo espero que tanto mi mamá como él, puedan comprender la decisión difícil que me hacen llevar. Espero que este viaje me dé esa luz que necesita mi mente y mi corazón para la felicidad alcanzar.  Este camino es muy solitario y Terco y yo vamos en la misma dirección, desde que salimos de Duda a excepción de ud, a ningún ser pudimos encontrar.

Después de pensar un buen rato y escuchar las historias de Terco y Quejumbrosa, se preguntó Hefestión si su misión era guiar a aquellos jóvenes a Entendimiento. Meditó bastante y reflexionó y al final decidió acompañar a los dos viajeros en la ruta a aquella tierra que parecía tan bendecida por el Creador. Recordó en su mente una frase que decía que todos los caminos llevan al Entendimiento, así que no importaba si el camino era largo o corto, al final siempre se llegaría ahí, por lo que instó a los otros dos a seguirlo y continuar el viaje.

Al cabo de unas horas, se encontraron con un gran río que impedía el paso al otro lado del camino, por lo que Hefestión ideó construir una balsa con troncos, ramas y lianas del bosque para poder cruzar. Le encomendó a Terco el amarrar las lianas a los troncos y a Quejumbrosa el recogerlas. No obstante, todo fue caos, ya que Terco preguntaba insistentemente  como debía de amarrar las lianas para que los troncos no se aflojaran y también que después que Hefestión le indicaba como hacerlo, él no lo hacía por miedo a que no fuese asi y replicaba otra forma de realizarlo. Por su parte, Quejumbrosa se quejaba de la insistencia de Terco y que por tener tantas dudas de cómo amarrar las lianas la balsa se fuese a hundir.
Que misión tan difícil tenía Hefestión, que debía encontrar como personalidades tan dispares pudiesen ayudarse y colaborar para poder cruzar el río. Pensó en que los defectos de una persona pueden volverse una herramienta útil si se saben aplicar y decidió entonces atar con Quejumbrosa las lianas a los troncos, ya que era tan perfeccionista y envió a Terco a recoger las lianas. Y si bien tal combinación no fue del todo exitosa, porque la mujer se quejaba de que Terco no pudo atar las lianas bien y que ella debió hacerlo y que Terco insistía en que el atar con lianas los troncos no iba a ser suficiente para la balsa, sirvió para que pudieran cruzar el río.

Al retomar el camino, se divisaba a lo lejos una intersección que se dividía en dos: Conformismo era uno y Sacrificio el otro. Llegando justamente al punto donde se debía escoger que camino tomar, se disparó una risa de entre los árboles que exclamaba: El camino Sacrificio es el más divertido. Acto seguido, apareció una joven de estatura mediana, con dos largas colas en su denso cabello negro y que con una sonrisa pícara les instó a que la siguieran dentro del camino Sacrificio.

-Vamos, es divertido- les dijo ella con una sonrisa- Y todos la siguieron.

El inicio de la aventura

Si estás leyendo esto en este momento, mis primeras palabras serían de agradecimiento, por tomar estos minutos y virar tu atención a este blog, que más que fundado por algún propósito en particular, sería más bien por compartir con todo aquel que le gustase la lectura, un poco de lo que he escrito estos años y que ahora me he animado a compartir. Pues bien, ya que estás aquí, te invito a darle una ojeada a este trabajo: Las Edades de Hefestión. La primera novela publicada online por este servidor, que espero te guste y de ser posible compartas también con toda la gente que quieres. Así pues, te agradezco nuevamente tu interés y demosle inicio a la aventura de Hefestión en la asombrosa tierra del Creador.